Puerto Madryn, Las Grutas y Mar del Plata

Hola a Todos !!!

En esta entrega vais a poder disfrutar del resumen de las aventuras de Tipi-Tapa en Puerto Madryn, Las Grutas y Mar del Plata.

El 28 de agosto el equipo Tipi-Tapa llegó a Puerto Madryn, era muy temprano y marchaban con un sueño atroz, afortunadamente encontraron un Hostel super nuevo, el Maranata, atendido por uno de los nietos del Vasco que fundó Puerto Madryn.

Después de un pequeño desayuno y una larga siesta mañanera, nuestros viajantes decidieron ir a dar un paseo por el pueblo. Al principio Puerto Madryn no cautivaba a Tipi-Tapa pero al llegar a la costa y ver que a poco menos de 100 metros estaba una ballena franca sacando sus aletas ventrales y exhibiendo su espalda, la apreciación del pueblo cambió. Al ver a la ballena Ernesto casi muere de un infarto de felicidad y salió corriendo para meter los pies en el mar, Sarai, Naiara y Jorge estaban fascinados. Para aumentar la emoción, nuestros amigos siguieron su paseo por la costa y vieron una bandada de flamencos alimentándose en la orilla. Naiara estaba emocionada, pues para ella era la primera vez que los veía. Ese día fue apenas el abrebocas de lo que verían al día siguiente.

Fotos al atardecer desde la playa de Puerto Madryn

El sábado 29 de agosto a las 8.45 a.m., llegó Cristian el guía de la excursión que Tipi-Tapa realizaría ese día. La idea era ir a la Península de Valdés, ver ballenas desde la costa, luego ver ballenas a bordo de un barco en Puerto Pirámide, luego recorrer parte de la Península Valdés intentando observar la fauna de los alrededores y luego que los viajeros regresaran al Hostel.

La primera parada, la observación de ballenas desde la costa fue alucinante, nuestros aventureros vieron a una ballena a menos de 50 metros de distancia, estaba con la tripa hacia arriba, parecía como si flotara para coger un baño de sol (pero la verdad es probable que sólo estuviera retrasando el proceso de apareamiento con los machos). Tipi-Tapa estaban encantados, pero el guía les dijo que ya era hora de irse a coger el barco para la observación en alta mar.


Neskak desde la orilla con una ballena al fondo

Difícilmente Sarai, Jorge, Naiara o Ernesto puedan describir en una sola palabra o en una frase, la emoción de que tras pocos minutos de navegar y ver aletas, panzas o espaldas de ballenas, comenzaran a ver aletas caudales, ballenas con sus crías, saltos de una ballena, saltos de la ballena con su cría e incluso saltos simultáneos de dos ballenas adultas de cada lado de la embarcación… no conforme con ese espectáculo, las ballenas se acercaron a la embarcación, tanto como que 2 metros de distancia llegó a ser mucho en relación a lo cerca que estuvieron. Adicionalmente, por si fuera poco, un pingüino de Magallanes (un juvenil) se acercó a la embarcación mientras las ballenas nadaban al lado de nuestros queridos viajeros. La palabra Maravilloso se queda corta, pero es la que más usaron nuestros viajantes al ver semejante show.


Colas de ballena
Cabeza de ballena super cerca del barco

Amatxu eta humea nadando cerca del barco

Ballena en pleno salto

Después de que el capitán de la embarcación decidió que ya era suficiente, Tipi-Tapa, literalmente, volvió a pisar tierra. Pero el espectáculo a lo “National Geographic / Animal Planet” aún no terminaba. Cristian, el guía, los llevó a dar un paseo por un mirador, que en los meses de Noviembre esta repleto de Elefantes marinos… Con la esperanza de ver algún ejemplar de elefante marino que hubiese llegado antes, Tipi-Tapa se bajaron de coche y fueron a dar el paseo… No sólo vieron un elefante marino adulto en todo su esplendor, sino que vieron a toda una familia, Aita, Ama eta humea (Papa, Mamá y bebe) elefantes marinos.


Tipi-tapa más elefante marino al fondo en el agua


Familia de elefantes marinos (eso que parecen piedras)

Ya luego tocaba el tour terrestre por la península, nuestros afortunados viajeros tuvieron la dicha de observar varios individuos de la famosa Liebre Patagónica, que no es ninguna liebre sino un roedor enorme del tamaño de un perro pequeño (pero no es lo mismo que el famoso Capibara o Carpincho, que también es un roedor gigante). Además vieron varias Liebres Europeas (introducidas por los españoles y ahora son súper comunes en la Patagonia). El camino seguía y Cristian hablaba de un animal llamado “peludo” que es una variedad del Armadillo, ese animal nunca apareció pero mientras nuestros aventureros continuaban el paseo lograron ver varias hembras de Guanaco, que es familia de las Llamas y Alpacas que ya habían visto en Perú y Bolivia. Ya casi a pocos kilómetros de finalizar el recorrido por la península, Tipi-Tapa y Cristian tuvieron la enorme suerte de ver al muy poco frecuente Gato del Pajonal, o Gato Montes Patagónico (Felis Colocolo). El guía reconoció que tras 9 años como guía turístico, era la segunda vez que lograba ver un gato montes.

Manada de guanacos

Al final del recorrido Cristian volvió a parar cerca de la costa para que Tipi-Tapa se despidieran de las ballenas… habían alrededor de 10 ballenas cerca de la costa, 3 de ellas a menos de 10 metros de distancia en línea recta de la orilla.

Atardecer en la última parada

El día domingo 30 de agosto, nuestros incansables viajeros se fueron al pueblo Las Grutas, un pueblo que queda entre Puerto Madryn y Mar del Plata. Nuestros aventureros pudieran contar de ese pueblo de veraneo que en época de invierno la relación perro/ser humano es 10 a 1, ganando los perros. Tras una larga conversación y analizando precios y costo/beneficio, Tipi-Tapa decidió quedarse en el pueblo fantasma, ahí recorrieron una y otra vez la costa, vieron “Las Grutas”, y volvieron a recorrer la costa, el centro del pueblo y finalmente… llegaron las 20:30 del 31 de agosto, día en el que viajaron a Mar del Plata.


Fotos en Las Grutas

El 1ro de septiembre Tipi-Tapa llegó a Mar del Plata, se alojaron en el Hostel Urbano, el lugar de trabajo de Estefi, la chica que conocieron en el tour del Valle Sagrado en Perú. Ese día se fueron a dar un paseillo por la calle Peatonal San Martín y luego un largo paseo alrededor de la costa. A nuestros queridos viajeros les habían dicho que Mar del Plata era feo, pero la verdad es una ciudad costera bonita. Durante el recorrido de regreso al Hostel se encontraron con una estatua de un hombre con txapela, las neskak fliparon al ver que la estatua era un monumento dedicado al inmigrante vasco. Esa noche Jorge, Sarai y Ernesto se fueron a degustar cervezas en una cervecería relativamente cercana al Hostel.

Fotos en la costa de Mar del Plata

Al día siguiente, Ernesto se fue a ver la reserva de leones marinos que esta en el Puerto de la ciudad, para él estar ahí y ver más de 500 individuos de esos mamíferos acuáticos fue todo un espectáculo, estuvo alrededor de una hora observándolos, desafortunadamente de eso no hay fotos. Las neskak y Jorge tenían otro plan, visitar la Euskal Etxea de Mar del Plata. Según las neskak es una casa típica vasca, durante su permanencia el mismísimo Presidente de la Euskal Etxea les rindió honores ofreciéndoles un tour guiado por él.

Ya en breve nuestro viajeros viajaran a Iguazú, harán una breve parada en Buenos Aires para encontrarse e incluir a María en el equipo y seguir camino… Así que no se pierdan las próximas aventuras de Tipi-Tapa.

Besarkada Bat !!!